Como probablemente sepas, la forma en que guardas tus cosméticos es muy importante ya que tendrá un gran efecto en su acción, propiedades e ingredientes. Así, tendrá un efecto directo en el cabello y la piel. Por eso hoy os voy a contar cómo guardo tres de mis cosméticos: aceite de coco, aceite de linaza y aceite de oliva. Espero que disfrutéis de mi post.
El almacenamiento adecuado de los aceites
Los aceites cosméticos, al igual que otros productos para el pelo, la piel y las uñas, deben conservarse correctamente. ¿Por qué? Para que no se echen a perder, pierdan sus propiedades y puedan tener efectos nocivos para nosotros. Por esta razón, tienes que asegurar tus cosméticos con las condiciones adecuadas. Estos no deben estar expuestos a luz directa (natural o artificial), humedad, temperaturas extremas o aire. De lo contrario, los aceites se estropearán, olerán mal, perderán su color, y lo que es peor, tendrán un efecto nocivo para el pelo y la piel.
¿Cómo conservar el aceite de coco?
El aceite de coco es un aceite no secante, estable cuando se conserva, debido a su composición consistente en un 80% de ácidos grasos saturados. Por lo tanto, el aceite de coco puede conservarse tanto en la cocina como en el baño. La temperatura a la que se funde es de 25 grados centígrados, por lo que no hay que preocuparse de que se derrita. Es importante mantener el aceite de coco en un frasco hermético, lejos de la humedad o la luz.
¿Cómo conservar el aceite de linaza?
El aceite de linaza es un aceite secante, sensible a los factores externos debido a que contiene una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados. Por ello la temperatura, el aire y la luz pueden dar lugar a que se descomponga. Por esta razón, el aceite de linaza debe conservarse en un lugar fresco, seco y a la sombra, por ejemplo, en un frigorífico. Ten en cuenta que mientras esté almacenado, el aceite de linaza puede tener un aspecto turbio, lo que es algo natural. Lo mejor es utilizarlo en tres o cuatro semanas.
¿Cómo conservar el aceite de oliva?
El aceite de oliva se compone de ácidos grasos monoinsaturados y en menor cantidad de ácidos grasos saturados y poliinsaturados. Esta combinación lo hace sensible a los factores externos. Vale la pena hacer alusión a que el aceite de oliva es un aceite no secante, por lo que no caduca. Sin embargo, tiene una fecha de caducidad, pero si se almacena correctamente conserva sus propiedades durante un largo periodo de tiempo. La luz y el aire son los factores externos más dañinos para el aceite de oliva, por lo que debe conservarse en una botella de vidrio oscuro a una temperatura de 10-18 grados centígrados.