¿Qué es el acné y por qué se produce?
El acné es una afección de la piel que se produce cuando los folículos pilosos bajo la superficie de la piel se bloquean. Estos bloqueos pueden causar granos, espinillas, quistes y nódulos. Si bien es una afección común en los adolescentes, el acné puede afectar a las personas de todas las edades.
Tipos de piel propensa al acné
Aunque cualquier tipo de piel puede desarrollar acné, es más común en aquellos con piel grasa o mixta. Estos tipos de piel producen una cantidad excesiva de sebo, un tipo de aceite natural que puede obstruir los poros y provocar brotes de acné.
Cuidado de la piel propensa al acné
Aquellos que luchan contra el acné a menudo tienen la tentación de lavarse la cara con frecuencia y usar productos fuertes para tratar de eliminar el exceso de grasa. Sin embargo, estos enfoques pueden agravar el problema al secar demasiado la piel y causar más producción de aceite.
Aquí revelamos cinco pasos esenciales para cuidar la piel propensa al acné:
Limpieza suave
En lugar de recurrir a lavados faciales agresivos, elija un limpiador suave y sin aceite para usar dos veces al día. Esto puede ayudar a eliminar la suciedad y el exceso de grasa sin irritar y secar la piel.
Exfoliación
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel que pueden bloquear los poros. Sin embargo, es importante no exfoliar con demasiada frecuencia o con productos demasiado fuertes, ya que esto puede irritar la piel y hacer que produzca más aceite.
Hidratación
Aunque puede parecer contradictorio, es importante mantener la piel hidratada para prevenir el acné. Cuando la piel está seca, puede producir más aceite para compensar, lo que puede causar más brotes de acné. Elija una crema hidratante sin aceite para mantener la piel hidratada y equilibrada.
Protección solar
La protección solar es crucial para todas las pieles, pero especialmente para las propensas al acné. Algunos medicamentos para el acné pueden hacer que la piel sea más sensible al sol, y la quemadura solar puede causar más inflamación y daño en la piel propensa al acné.
Tratamiento
Si bien estos pasos pueden ayudar a prevenir y controlar los brotes de acné, puede ser necesario un tratamiento adicional para los casos graves. Hay muchos productos disponibles que reducen el exceso de grasa, combaten las bacterias y disminuyen la inflamación. Si el acné es grave o persistente, es mejor buscar la ayuda de un dermatólogo.