¡Hola chicas!
Nuestra piel requiere cuidado continuo. La rutina de cuidado de la piel por la mañana es diferente a los rituales de belleza de la noche. La forma en que te trates la piel durante el día se verá reflejada en un buen aspecto por la noche. Puede sonar un poco complicado, pero déjame intentar explicarlo en la publicación. ¡Disfruta leyendo!
Cuidado de la piel matutino
Comienza el día con una ducha y aplicando un bálsamo, lo que es una buena combinación para permitirte empezar el día e hidratarte la piel. Dúchate el cuerpo durante unos minutos, usando un gel o jabón afrutado con ingredientes naturales. Evita los productos que hagan que la piel se seque: jabones regulares y cosméticos con una fuerte limpieza. Recuerda aplicarte una loción hidratante justo después de secarte la piel. El cosmético debe tener una consistencia ligera y de absorción rápida para que puedas vestirte e ir al trabajo o al colegio de inmediato.
Después de ducharte y aplicarte el bálsamo, es hora de limpiar e hidratar la piel del rostro. Usa un tónico, agua micelar o espuma. La composición y consistencia de los productos debe corresponderse con tu tipo de piel. Sigue reglas similares al elegir una crema de día. Debería tener propiedades hidratantes y protectoras; puede reemplazar una prebase de maquillaje.
Cuidado de la piel durante el día
Cuídate los labios y manos durante todo el día. Usa una barra de labios hidratante y protectora, vaselina o crema. En verano, elige cosméticos enriquecidos con SPF, mientras que, en invierno, elige fórmulas ricas. Aplica lociones para manos con urea, vitaminas y otros ingredientes hidratantes. Los mejores productos para el cuidado de la piel dejan una capa protectora en la superficie de la piel. Debes cuidar la hidratación de la piel y el maquillaje durante el día. Retira el exceso de grasa con papel secante. Usa un mist o agua termal para rociarte la cara, asegurando la humedad. Una vez que el producto se absorbe, coloca polvos en la cara y retócate el maquillaje.
Cuidado de la piel por la noche
Comienza la rutina de cuidado nocturno con la eliminación del maquillaje y usando un tónico. Desmaquíllate y deja la cara limpia de la grasa y la suciedad que se asentaron durante el día. Recuerda usar movimientos suaves mientras te quitas la sombra de ojos y el rímel. No puedes restregarte con fuerza los ojos para evitar irritar la piel sensible del contorno de ojos. Presiona en los párpados un disco de algodón empapado en desmaquillador de ojos; los cosméticos deberían disolverse después de un tiempo. A continuación, límpiate la cara con un tónico para restaurar el pH natural.
La siguiente etapa del cuidado de la piel de la noche es un baño, un exfoliante corporal y una loción. El agua tibia suaviza la epidermis y abre los poros de la piel. Exfoliar las células muertas y prevenir pelos encarnados será mucho más fácil. Enriquece el baño con un aceite esencial, sales o bombas de burbujas. Dedica hasta 20 minutos al baño; aplícate un bálsamo hidratante después para una piel suave, alisada y elástica. Recuerda cuidarte la piel de la cara; usa una crema de noche o un sérum rico en nutrientes.
