El colágeno es uno de los principales constituyentes del tejido conectivo responsable de la densidad, flexibilidad y resistencia de la piel. Lamentablemente, nada dura para siempre, ni tampoco el colágeno. A medida que pasa el tiempo, nuestro cuerpo produce cada vez menos colágeno y de repente lo deja de sintetizar por completo. ¿Cuáles son las propiedades del colágeno? ¿La escasez de colágeno tiene algún efecto negativo en nuestra piel? Si es así, ¿es posible que los productos de colágeno para la piel prevengan estos efectos negativos? ¿Cuáles son los beneficios de usar tales productos de belleza? A continuación os contesto a estas preguntas y os doy mi opinión.
Las funciones del colágeno
Seguramente, todas vosotras ha escuchado la palabra “colágeno” en múltiples spots o anuncios publicitarios que promocionan productos para la piel madura. El colágeno es una sustancia que se produce naturalmente por el cuerpo humano (en los mamíferos en general). Esta proteína constituye el 30% de todas las proteínas humanas. Su principal función es conectar y “unir” las células entre sí. Por ello no es de extrañar que el colágeno se encuentre en la mayoría de los órganos de nuestro cuerpo: piel, huesos, dientes, tendones, cartílagos, vasos sanguíneos y córnea.
El colágeno es muy elástico y a la vez muy resistente. Protege los órganos internos como los riñones, el estómago y el hígado creando una especie de capa protectora que mantiene los órganos en su sitio. A nivel de sistema inmunológico el colágeno previene de la invasión de gérmenes, toxinas y células cancerosas. Además, el colágeno contribuye en el proceso de autorrenovación de la piel (lo mantiene de forma continua sin interrupciones) y mantiene los niveles de hidratación que garantizan la flexibilidad y la suavidad de la piel. Lo que puede que te sorprenda es que el colágeno constituye hasta el 60% de todas las proteínas de la piel y, además juega un importante papel en el estado de la piel.
Déficit de colágeno
Cuando somos jóvenes, nuestro organismo produce colágeno de manera continuada, siendo reemplazado de manera regular por nuevas fibras de colágeno, que a su vez promueve la regeneración de los daños en los tejidos. Con la edad, perdemos lentamente la capacidad de reconstruir las fibras de colágeno, lo que supone que hay más fibras de colágeno que mueren, que fibras de colágeno que se sintetizan. Los estudios han demostrado que ello empieza a ocurrir alrededor de los 26 años. Lo más preocupante, es que este proceso se acelera debido a la exposición a agentes externos negativos como el estrés, las enfermedades, el esfuerzo e incluso las condiciones climáticas.
Los bajos niveles de colágeno en el organismo junto con los efectos negativos que tienen los radicales libres, la radiación solar y las toxinas dan lugar a un envejecimiento prematuro y más rápido. Empezaremos a notar cómo aparecen las primeras líneas de expresión en nuestro rostro, las estrías y la celulitis en nuestro cuerpo. Además, la piel se deshidrata perdiendo su resistencia. Para empeorar aún más las cosas, el déficit de colágeno debilita el pelo, que se vuelve más quebradizo y se cae (pudiendo llegar incluso a dejarnos calvos).
¿Cómo funcionan los productos de colágeno para la piel?
La piel madura (es decir, la piel envejecida) se vuelve flácida y débil, y se arruga. El uso sistemático de colágeno puro o cremas con colágeno reconstruye las células dañadas de la piel e hidrata la piel, le aporta flexibilidad y suavidad. Además, estos productos igualan el tono de la piel, la levantan y reducen las arrugas. Gracias a sus propiedades regeneradoras, el colágeno es apto para tratar la piel con tendencia acneica: equilibra la producción de sebo y se encarga de la lubricación de la cara, iguala el tono y reduce las marcas del acné.
Al ser el colágeno una sustancia natural, los productos con colágeno son aptos para las pieles sensibles, con cuperosis y atópicas. También se recomiendan para tratar la cara y el cuerpo con celulitis y estrías. Además, las personas que se han sometido a una cirugía, incluída la cirugía plástica, se les suele recetar medicamentos con colágeno.
Las fibras de colágeno se incluyen en varios productos de belleza como cremas faciales, bálsamos corporales, tónicos faciales, bombas de baño, así como acondicionadores de uñas y cabello. Muchas farmacias disponen de disoluciones con colágeno puro que proporcionan efectos más potentes, pero su uso es menos versátil. Estas disoluciones se pueden aplicar directamente sobre la piel o, por ejemplo, mezclarse con elastina. Lo que debería llamarte atención es los resultados del colágeno son dependientes de la concentración del mismo. Es importante tenerlo en cuenta cuando se tratan problemas cutáneos relacionados con el colágeno.
Cuando se trata de productos para el cuidado del pelo, los que contienen colágeno son responsables de la regeneración de las hebras, de devolver el brillo perdido y de fortalecer el pelo, evitando que esté frágil. Además, el colágeno actúa en las uñas, fortaleciéndolas y aportándoles resistencia frente a los daños. Además, el colágeno aumenta el brillo de las uñas.
Por favor, ten en cuenta que estos tratamientos con colágeno solo ejercen sus efectos en el exterior, mejorando la apariencia de la piel. Sin embargo, no penetran en el interior. Te recomiendo que no te des por vencida con los productos que contienen colágeno, en cuanto estos tienen buenos resultados y mejorarán tu piel, pelo y uñas. Yo aplico de manera regular tratamientos con colágeno en mi piel, sólo para rejuvenecerla un poco. Los resultados que consigo son muy buenos, sobretodo cuando la aplico de manera regular. Aplicándo el colágeno con regularidad, se puede esperar que la piel se vuelva más resistente, adquiriendo un tono saludable, mientras que las arrugas, la celulitis y las estrías se hacen menos visibles. Por ello, te recomiendo que utilices productos para la piel que contengan colágeno.
¿Y tú? ¿Utilizas algún producto para la piel con colágeno? ¿Cuáles son tus impresiones? ¿Recomendarías alguno?
