¡Hola chicas! Hoy, me gustaría hablarte de un gran producto del que no puedo prescindir durante mi rutina de cuidado de la piel. Es el agua de rosas. La llevo usando durante varios meses y me acabo de dar cuenta de que no he publicado nada al respecto. Imperdonable.
Agua de rosas, me costó un montón darle una oportunidad.
¿Una rosa? Probablemente solo huele y no hace nada. Desafortunadamente, creí eso durante muchos años. No podría haber estado más equivocada. Resulta que un hidrolato de rosa es un arma poderosa en la lucha contra las arrugas, el envejecimiento, los signos de fatiga, la piel propensa al acné… ¡cualquier tipo de piel! El agua de rosas limpia la piel, restaura su color natural, combate los radicales libres (antiedad), proporciona acción antiséptica y antiinflamatoria, y tiene efectos calmantes sobre la piel irritada o muy sensible. Literalmente, te limpia la fatiga de la cara 😉
Con el tiempo se me ocurrió la idea de hacer agua de rosas yo misma. Al principio, utilicé el hidrolato de Bioline. Era un producto muy bueno, que solo contenía destilado de rosa de Damasco. Viene en una hermosa botella de cristal fina con un atomizador… desafortunadamente, no es un producto eficiente. Estaba fascinada por cómo me cambió la piel después de una semana de usar el hidrolato. Se ha vuelto suave, más firme, mejor hidratada, con un color más bonito y los poros ya no son visibles. El agua de rosas es excelente como base de maquillaje o aplicada debajo de la crema o aceite facial. Luego, finalmente pensé que sería genial hacer agua de rosas yo misma. Tengo acceso a pétalos de rosa gracias a mi maravillosa Caroline, propietaria de una casa de verano y un jardín lleno de flores no contaminadas. Preparamos la primera agua de rosas juntas. Es maravilloso que esta agua se pueda congelar y conservar en el congelador durante aproximadamente 6 meses. De esta manera, hemos hecho una cantidad sustancial de este elixir rejuvenecedor… pero, al grano.
Esta es la receta para preparar el agua de rosas casera:
- Prepara aproximadamente un cuarto de kilo de pétalos de rosa, asegurándote de que provengan de una buena fuente (sin pesticidas ni otras pesadillas).
- Coloca los pétalos en un colador y vierte agua fría sobre ellas.
- Coloca los pétalos húmedos en un paño de algodón y átalo, creando una bolsa ordenada (recuerda que la bolsa no puede desenvolverse).
- Coloca la bolsa de pétalos en un recipiente de cristal grande y luego, vierte agua hirviendo para que los hojas queden completamente cubiertas.
- Cubre el recipiente con fuerza, por ejemplo, con papel de aluminio (puedes asegurar los bordes con una banda de goma o cinta y atarlo; ten cuidado de no quemarte las manos 😉
- Los pétalos de rosa deberían estar en el baño de agua durante bastante tiempo: lo mejor es dejarlos una noche. Por la mañana, simplemente vierte el agua resultante en un frasco, una botella o un recipiente con un atomizador.
¡TODO HECHO!
El agua de rosas debería almacenarse en la nevera durante aproximadamente 2 semanas y en el congelador (como ya he mencionado) durante medio año.
Se puede usar en lugar del tónico, como base debajo de la crema, base o aceite. ¡Buena suerte!